Abril de 2014

Abril de 2014

Por Juan Antonio Travieso (*)

Los trabajos de este número demuestran una gran heterogeneidad. Esa circunstancia es la que le confiere la característica de unidad en la diversidad  que es la impronta, la marca de fábrica del derecho internacional

Pero el problema actual no es de orden teórico. La realidad se presenta muy al estilo del siglo pasado no en su final, sino al principio. Para ser precisos, en las querellas, algunas irresueltas, y ya centenarias, que precedieron a la Primera Guerra mundial.

Como se sabe, el mapa de Europa, y el del mundo era como un rompecabezas cuyas partes no acertaban. Las ideas  tampoco se ajustaban en la sociedad que funcionaba a destiempo. En cada uno de los estados, no se visualizaba la clave para hacer de un territorio, gobierno y población, un estado. Nunca tuvo más vigencia aquella  frase eterna  de Ortega, respecto a la necesidad de un proyecto sugestivo de vida en común. Básicamente  de un proyecto lanzado hacia el futuro.

Volvamos a la actualidad aunque nos resulte inquietante. En ella, la  pregunta es inevitable: ¿Hay un proyecto de vida en común en Crimea? ¿Cómo se articula el principio de autodeterminación, en el caso de que la decisión popular del referendum, -según dicen-, superior al 95% hubiera sido legítima, con el principio de integridad territorial?

Esos son los cuestionamientos inevitables en una sociedad súper tecnológica, que no acierta a saber que ha sucedido con una aeronave de 30 toneladas con más de 200 personas a bordo, que, aparentemente, ha sobrevolado por diversos estados, en el más absoluto misterio, enredado en el medio de un centenar de teorías, cada cual más imaginativa.

Lo mismo sucede en Crimea, en el que la Federación Rusa, ha aceptado de inmediato el referéndum y ha dispuesto la anexión de Crimea, haciendo caso omiso al clamor internacional. Mientras tanto, la ONU actúa, pero como es habitual en estos casos, la misma Federación Rusa opuso el veto, por el que impide el tratamiento del tema.

El diagnóstico es evidente: una situación de emergencia, que pone en peligro la paz y la seguridad internacionales. Como de costumbre se han empleado remedios de política nacional para problemas internacionales. Putin acaricia el sueño de los zares y luego de la caída del comunismo, suma una nueva adquisición territorial.

Un mundo de tecnología, robots, Internet, medicada con remedios del siglo XIX, mientras los aviones sobrevuelan perdidos en la noche estelar.

Hay momentos en que a uno le incomoda ser profesor de derecho internacional.

Es mejor ser profesor de  física: los resultados siempre son racionales y exactos desde Newton en adelante.